+ en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo. Amén.
Ven espíritu santo, ven por medio de la poderosa intercesión del inmaculado corazón de maría, tu amadísima esposa, ven. Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía, señor, tu espíritu y todas las cosas serán renovadas, ven espíritu santo y renovarás la faz de la tierra. Amén.
Oh maría, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti. (tres veces se repite)
Oh jesús que te has dignado a glorificar con innumerables milagros a la bendita virgen maría, inmaculada desde su concepción concédenos que los que imploramos su protección en la tierra podamos gozar eternamente de tu presencia en el cielo y tú que con el padre y el espíritu santo vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Oh jesús que para realizar tus mejores obras escogiste las cosas débiles del mundo a fin de que ninguna se gloriase ante tu presencia y que para aumentar y difundir la fe en la inmaculada concepción de maría quisiste la medalla milagrosa manifestada a santa catalina labouré, concédenos que llenos de humildad, podamos glorificar este misterio con nuestra alabanza y obras. Amén.
Acordaos, oh piadosísima virgen maría, que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a tu protección implorando tu socorro haya sido desamparado. Nosotros, pecadores animados con tal confianza acudimo a ti, oh madre, virgen de las vírgenes, a ti venimos delane de ti nos presentamos gimiendo. No quieras, oh madre, despreciar nuestras súplicas antes bien escúchalas y cúmplelas. Amén.
Oh inmaculada virgen maría, madre de nuestro señor jesucristo y madre nuestra llenos de tu poderosa intercesión tantas veces manifestada a través de la medalla milagrosa, tus hijos amantes y fieles te suplicamos que nos consigas gracias y favores que te pedimos durante esta novena si han de ser para el bien de nuestras almas y de aquellas por las que te pedimos... ( s e d i c e n e n v oz a lta o e n s i l e n c i o l a s g r a c i a s )
Oh maría, bien sabes cuántas veces nuestras almas han sido morada de tu divino hijo, quien detesta la iniquidad, consíguenos la aversión al pecado y la pureza de corazón que nos una a dios y así todos nuestros pensamientos, palabras y obras sirvan únicamente para su mayor gloria. Consíguenos también el espíritu de oración para que por medio de la penitencia recobremos lo que perdimos por el pecado y podamos llegar finalmente a la bendita morada donde reinas sobre los ángeles y sobre cada uno. Amén.
Oh virgen madre de dios, inmaculada maría, nos ofrecemos y nos consagramos a ti, bajo el título de nuestra señora de la medalla milagrosa. Que este medalla sea para cada uno de nosotros, prenda del amor que nos tienes y nos recuerde nuestros deberes contigo. Que siempre que la llevemos nos bendiga tu amorosa protección y nos conserve en gracia de dios. Oh virgen poderosa, madre de nuestro redentor, consérvanos siempre a tu lado, en todos los instantes de nuestra vida. Concede a estos hijos tuyos la gracia de una santa muerte para que en unión contigo, podamos gozar de dios en la felicidad eterna.
Oh maría, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos. (3 veces)